Ontiveros (1995) ya hace algunos años retomaba las ideas de Hall (1973) sobre los espacios de características fijas que están moldeados por la personalidad y referentes culturales del usuario, haciendo de ellos lugares que permiten el bienestar y sosiego mental. Ahora bien, si trasladamos esta descripción a aquellos cines pornos o XXX frecuentados mayoritariamente por público gay, no faltará quien tajantemente comente sobre estos lugares como espacios que no aportan ningún valora la sociedad